27 julio 2011

NO ELIJAMOS A MUERTOS

"Estamos a muy pocos meses de las elecciones presidenciales. Tengo 62 años; me empezaron a hablar de política a los 5. Concurría a primero inferior de la Escuela N° 4 de Ramos Mejía. El libro de lectura se titulaba Mamá. En la segunda página decía «yo amo a Mamá», «yo amo a Evita», «Evita el hada buena», y así seguía con Juan Domingo Perón, todo el libro hasta el final. En criollo, me hacían el bocho a los 5 años.

"Después, los militares y los partidos mayoritarios se fueron intercambiando el sillón de Rivadavia, con miles de muertos en los cambios de vía, al son de marchas militares, peronista y la nunca olvidada «adelante, radicales». Pasaron 58 años; deberíamos estar esperanzados en votar a gente que pueda encaminar al desarrollo integral de nuestro hermoso y rico país. Sin embargo, es como si no hubiese pasado el tiempo. Todos irán a las urnas en octubre a elegir en su mayoría «a los muertos». Evita y Perón fallecieron hace décadas; don Raúl Alfonsín, hace años; Néstor Kirchner, el año pasado.

"Quienes heredaron esos apellidos, marchas, escudos, discursos y pensamientos no son lo mismo ni remotamente. Son como los que imitan a Gardel o a Sandro. Se parecen, se disfrazan, pero no son lo mismo.

"Por favor, a los herederos y «apoderados de», dejar paso o convocar a la gente con ideas adaptadas al siglo XXI, porque el poder de conducción, el carisma, la inteligencia para hablar a la ciudadanía del rumbo y ser creíble no es un bien ganancial. No se debe engañar a la ciudadanía mandando al frente de las campañas proselitistas a los muertos. Los muertos no pueden hablar ni gobernar. Parece sencillo, pero no se entiende. Estamos a tiempo: ¡no votemos a los muertos!"

Daniel L. González (publicado en las cartas de lectores de La Nación del 27/7/2011) DNI 4.982.394

18 julio 2011


Anibal Fernández, actual jefe de Gabinete e intendente de Quilmes en el 94, se escapó de las fuerzas policiales que cumplían la instrucción de un juez de detenerlo como imputado por causas de corrupción y narcotráfico, en el baúl de un auto.

Notas del 27/11/94