28 julio 2010

GLOBITOS

Hace unos días, y justo en la esquina en la que trabajaba el mecánico, que ahora está deshabitada, porque el mecánico se mudó enfrente, apareció sobre la vereda un forro usado. Ahí. Bastante triste por cierto, mezclado con otra basura anónima de nuestra ciudad, que, como está siempre, ya ni vemos. De hecho, y si no fuera porque paseo a Laika todas las noches, y tengo que estar muy pendiente de que no coma basura, que es parte de su programación genética, al ser una perra de la calle, nunca lo hubiera notado. En esta entrega, una lista de escenarios posibles y verosímiles que explicarían dicha aparición. 1) Sexo callejero. Para que esto se cumpla, y teniendo en cuenta el frío que está haciendo, tendrían que haber sido adolescentes muy MUY cachondos... probablemente sin lugar propio y sin trabajo para pagar un telo. 2) Sexo motorizado. Una pareja de gente un poco más grande, pero que, ya sea por cachondez o fiaca, no recurrieron al telo e intercambiaron fluídos en el auto. Todos Uds. que se están acordando de algo mientras se sonrojan, sabrán que, adentro de un auto no hay manera de deshacerse de un forro relleno. Out of the window you go! 3) Zoofilia. Un gato y/o perro destrozaron una bolsa de basura en busca de comida y, en el proceso, desparramaron los contenidos de la bolsa... entre ellos, nuestro amigo el globito. Es curioso como cambia nuestra concepción mental de un forro de ABSOLUTAMENTE INDISPENSABLE en el antes a arma letal y porquería inmunda en el después. Si alguien quiere ofrecer otro escenario, dejo abiertos los comentarios.

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