22 octubre 2010

Selecciones del Lector INDigesto N°3

Postergar el Censo

Se­ñor Di­rec­tor:

"Creo que cumpliré con la obligación de someterme al Censo. Pero a la generalizada prevención que despierta por la «sensación» de inseguridad, sumo mi más absoluta desconfianza por el manejo que el Indec vaya a hacer de la información que obtenga. 

"Me parece que el Censo debería postergarse hasta que tengamos un organismo censal normalizado, mínimamente creíble y menos desprestigiado."

Alejandro Freeland
alexfreeland@speedy.com.ar


"Okupa"

Se­ñor Di­rec­tor:

"La señora Presidenta, al vetar la ley del 82 por ciento, se refirió al señor vicepresidente como un «okupa». Quisiera llamar la atención de mis compatriotas sobre un hecho que, creo, es único en el mundo. El ex presidente Néstor Kirchner asumió la presidencia con solamente 22 por ciento de los votos, la actual presidenta asumió con 45 por ciento de los votos. En cualquier país medianamente civilizado, con ballottage o sin él, se necesita más del 50 por ciento de los votos para ser consagrado presidente.

"Basándome sobre las cifras antes mencionadas, me pregunto quién es el «okupa. No he conocido ninguna democracia verdadera donde una minoría se considere «único representante del pueblo». Entiendo que se debe modificar nuestro sistema electoral para volver a la normalidad."

Jorge Marcelo Fischer
LE 4.437.979


Salarios

Se­ñor Di­rec­tor:

"Cuando se trata de convalidar aumentos salariales pagados por las empresas, el Gobierno no duda: «¡Hay que aumentar los salarios!». Y está bien que así sea, total, que cada empresario se arregle.

"Si se trata de aumentar las jubilaciones, salta la Presidenta a decir que es irresponsable. ¿Cómo es la cosa?"

Ing. Guillermo Paniego
DNI 11.451.145


Adivinanza

Se­ñor Di­rec­tor:

"Una adivinanza: en un país donde los terroristas son «jóvenes idealistas»; los productores agropecuarios, «golpistas»; los integrantes de la Corte Suprema, «unos turros»; la prensa es «asesina», y su vicepresidente, «un okupa», ¿cómo le dicen a su presidente?"

Pedro Bustillo
DNI 23.629.951


Error

Se­ñor Di­rec­tor:

"Cuando se pregunta: «¿Cuánto dinero tenés?», la persona responde por lo que le queda y no por el dinero ya gastado. En cambio, cuando se pregunta: «¿Cuántos años tenés?, generalmente se responde por los ya gastados o amortizados.

"La pregunta correcta sería: «¿Cuántos años cumpliste?»."

Norberto Brodsky
casitano@gmail.com


Seguridad social

Se­ñor Di­rec­tor:

"Al señor Agustín Hernán Bancheri: con respecto a los comentarios que realiza en su carta de lectores del 7 del actual, desearía realizar las siguientes consideraciones:

"Si su empleador le dio una actualización salarial, es porque usted se encuentra «en blanco», ya que los aumentos salariales responden a un trabajo amparado por los convenios colectivos de trabajo, que obviamente corresponden a los trabajadores registrados.

"No es cierto que el 50 por ciento se lo lleva el fisco en impuesto a las ganancias, ya que la tasa máxima del impuesto a las ganancias es de un 35 por ciento sobre aquellos ingresos que excedan el importe de la escala máxima (es del 35% sobre el excedente de 120.000 pesos anuales netos, o sea, descontadas las deducciones admitidas), por lo que, si ése es su caso, le recuerdo el carácter solidario y redistributivo de nuestro régimen tributario.

"No es cierto que un asalariado deba soportar 78 impuestos, ya que no se llega a ese número ni siquiera sumando las imposiciones nacionales, provinciales y municipales.

"Pertenecer a la «clase media» implica poseer conciencia social y cumplir con la ley, lo que resulta el costo mínimo de vivir en una sociedad organizada.

"Es dable destacar que con su petición de «estar en negro» estaría ingresando en la marginalidad, y esto es lo que lo condenaría al descenso social; además, este temperamento contiene una eventual apología del delito, porque la evasión es un delito."

Contador nacional Carlos Sánchez (...quien claramente no entendió nada de la carta original.)
Director general de los Recursos de la Seguridad Social
DNI 18.105.139

Cartas de Lectores de La Nación
 


"Los actos inútiles conviven simultáneamente con los agravios inútiles. La Presidenta se lanzó de lleno ayer, ella misma, su bloque de diputados y sus esenciales aliados de centroizquierda, contra la producción de papel para diarios; es decir, otra vez contra Papel Prensa. Hay que creer que los Kirchner han llegado al convencimiento cabal de que esa empresa privada es una bien del Estado (sólo lo es en un porcentaje minoritario) y que, por lo tanto, forma parte del ya abultado capital privado de la pareja presidencial. Si se tiene en cuenta cómo usan, por ejemplo, Aerolíneas Argentinas o los medios públicos de comunicación, entonces es fácil deducir cómo usarán a la principal empresa argentina proveedora de papel para diarios. La usarán para satisfacer las necesidades políticas o personales de los Kirchner. "Una cosa es el Estado y otra cosa es el Estado de los Kirchner", suele decir el senador Ernesto Sanz.

En el mundo actual sobra el papel para diarios. Los medios de comunicación gráficos no han podido, todavía, resolver el problema que plantea la fuga de lectores hacia la plataforma digital. La sana competencia está garantizada con sólo asegurar la libre importación de papel, como sucede actualmente.

A todo esto, el centro de la ofensiva es Papel Prensa, pero nadie habla de lo que ahora se llama Papelera Tucumán. Esa empresa (que se llamó en sus inicios Papel del Tucumán) recibió todos los incentivos del Estado para fabricar papel para diarios; así lo hizo durante algunos años. Luego la compró un conocido dirigente peronista, Alberto Pierri, y se dedicó a fabricar papel para cualquier cosa, menos para diarios. Es probable que el nuevo dueño haya visto que el papel para diarios no es un buen negocio. Sea como fuere, ninguna lupa del kirchnerismo se ha puesto sobre esa empresa. Lo mejor sería, de todos modos, que esa injusta lupa dejara de funcionar.

Quizá se trata de una empresa "nacional", según la definición presidencial de ayer. Formaría parte, por lo tanto, del contradictorio santuario del kirchnerismo. El núcleo del conflicto no es la recurrente contradicción, a pesar de todo, sino la coherencia del oficialismo en la persecución del periodismo independiente."

"El Objetivo es la Conquista Ideológica"
 

"Ante los reiterados agravios a periodistas y medios de comunicación por parte de funcionarios nacionales, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) advirtió que "los insultos dinamitan los puentes del diálogo" y que "el diálogo es la base de la democracia".

La entidad deploró el ataque del ministro de Economía, Amado Boudou, que comparó a dos periodistas con aquellos que ayudaban a "limpiar las cámaras de gas del nazismo". Dijo que el agravio "forma parte de una larga serie de insultos y descalificaciones por parte de funcionarios públicos". En un comunicado, ADEPA citó al canciller Héctor Timerman y al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, entre los autores que descalifican. Y añadió que "el ingreso de la presidenta Cristina Kirchner a Twitter ha multiplicado las ironías injuriosas que tienen como destinatarios principales a la prensa y al Poder Judicial".

"Los discursos violentos generan violencia", advirtió, y dijo que la degradación del lenguaje, a través del estilo provocador y ofensivo de los funcionarios, deteriora "la cohesión de una ciudadanía cansada de dualidades maniqueas". Añadió que "los ataques a la Justicia, basados en teorías conspirativas, configuran verdaderas presiones y debilitan la confianza de los argentinos en sus instituciones".

Timerman respondió a ADEPA en una carta dirigida a su presidente, Daniel Dessein, en la que señala: "El dedo acusador con el cual pretenden señalarme debería, si fuese legítimo, señalar a quienes, en verdad, utilizan los productos que comercializan para insultar y descalificar a quien le escribe".

ADEPA Condenó los Agravios a Periodistas
 

"Dentro y fuera del Gobierno es un secreto a voces: Néstor Kirchner, el Gran Jefe, está perdiendo su olfato político. Eso es lo que piensan los que conversan con el ex presidente todos los días. Sólo que todavía nadie se atreve a decírselo en la cara. Es así: no existe, entre su pequeño círculo de confianza, alguien con la elegancia y el coraje necesarios para advertirle que está "quemando un cajón de Herminio Iglesias" cada semana.

¿Por qué mandó a sus senadores a dar quórum para que se aprobara el 82% móvil, si Miguel Pichetto ya le había advertido que se iba a repetir el escenario de desempate que llevó a Julio Cobos a transformarse en presidenciable? ¿Por qué aceptó la invitación de Hugo Moyano al multitudinario acto en River si cualquiera sabe de memoria que el líder de la CGT es uno de los dirigentes argentinos con mayor imagen negativa? ¿Por qué permitió que la presidenta de las Madres de Plaza de Mayo insultara y calumniara a los miembros de la Corte Suprema de Justicia, los mismos jueces que Kirchner propició, por cadena nacional, en aquella decisión histórica que sirvió para elevar su imagen positiva a niveles que nunca antes había alcanzado? ¿Por qué retó en público al gobernador Daniel Scioli y lo catapultó directo a la grilla de los presidenciables si hasta ese momento lo tenía cercado en el corralito de la provincia de Buenos Aires? No hay una respuesta única para todos los interrogantes, pero sí hay una sospecha que se extiende como una mancha de aceite en todo el peronismo: a Kirchner no le dan los números y busca, con desesperación, a tientas y locas, sin ninguna estrategia elaborada, alternativas que le permitan mantenerse en el poder.

Años atrás, cuando era todopoderoso y cumplía su sueño de terminar su mandato como el ex presidente de Chile, Ricardo Lagos, con una imagen positiva de casi el 70%, había aceptado la sugerencia de su jefe de Gabinete, Alberto Fernández, de resignar su reelección inmediata y ungir a Cristina Fernández como su sucesora.

Fue durante una tarde templada, en los jardines de la quinta de Olivos. Fernández eligió las palabras con delicadeza, para que Néstor no interpretara que lo querían sacar de la cancha. "Si nominás a Cristina, vas a pasar a la historia como el único presidente de la Argentina que no se fue insultado, ni en helicóptero ni como producto de un golpe -lo sedujo-. Además, vas a conservar intacto tu poder. Porque vas a dejar de ser un presidente a plazo fijo, como todos los que transitan su segundo mandato. Y vas a tener cuatro años para pensar. Para decidir si querés volver. Para intentar la reelección de Cristina. O para elegir otro sucesor que nos haga bien a todos."

El entonces presidente preguntó, con su lógica brutal: "¿Y qué pasa si a Cristina no le va tan bien?". Y el jefe de Gabinete lo volvió a adular, como suelen hacer los consejeros para convencer a los jefes de tomar una decisión compleja: "Si a Cristina no le va tan bien, nos queda en el banco Messi". Entonces, Kirchner lo invitó a pensar en el plan A: "¿Y qué pasa si vamos por la reelección?". Fernández respondió: "A la reelección la ganamos caminando, pero después no creo que nos vaya bien".

-¿Por qué?

-Vos ya lo sabés. Sos el presidente de la emergencia y de la excepcionalidad. Sos como el bombero que entró en la casa de una familia a los hachazos, en el medio del incendio, para salvarlos a todos. Sos un héroe. Sos un dios. Y ésa es la imagen que vas a dejar a los argentinos. Pero ahora la familia necesita de un bombero que golpee la puerta antes de entrar. Y si te ve con el hacha, el dueño de la casa no te va a dejar pasar.

Como se sabe, algo salió mal. Porque Cristina Fernández debía ser la presidenta después de la emergencia. La encargada de fortalecer las instituciones. La abanderada de la transparencia y de la lucha contra la corrupción. Sin embargo, al tercer día de asumir, en vez de apoyar una investigación sobre el origen de la valija de los 800.000 dólares de Antonini Wilson, acusó a la CIA de montar una operación basura con el objeto de atentar contra su gobierno.

Ahora Kirchner, con el hacha en la mano, dispuesto a tirar otras paredes abajo, está solo y desespera. No tiene un interlocutor como Alberto Fernández, quien hacía las veces de filtro, o de freno inhibitorio, frente a sus impulsos. Las discusiones políticas con su esposa siempre terminan igual: con la última palabra del diputado nacional y presidente de la Unasur. No hay, ni dentro ni fuera del Gabinete, nadie que haga otra cosa más que obedecer a las órdenes precisas y cortantes del propio Kirchner. Y hasta los encuestadores de mayor confianza optaron por no mostrarle los números crudos que revelan la imposibilidad absoluta de ganar en primera vuelta. En cambio, le preparan escenarios donde, en teoría, Kirchner podría volver a ganar las elecciones en un apretado y emocionante desempate con el candidato del radicalismo o del peronismo disidente.

En la carpeta de Néstor Kirchner, hay un ambicioso plan electoral. Contempla por lo menos dos aumentos del haber mínimo jubilatorio y otros dos incrementos del pago de la Asignación Universal por Hijo. Más anuncios de obras públicas y entrega de planes en La Matanza y su zona de influencia. Y carpetas con información sensible sobre todos los candidatos a disputarle su pretensión de continuidad. Pero el clientelismo y el carpetazo fueron insuficientes para ganar las elecciones legislativas de 2009. Y nada indica que se vuelvan efectivos para octubre del año que viene. Es decir: está tratando de aplicar la misma medicina que no le alcanzó al Frente para la Victoria para imponerse en los comicios pasados. Y para colmo, tanto Néstor como Cristina insisten en su diagnóstico de que todo lo malo que les sucede, incluido el rechazo de una buena parte de los argentinos, es culpa del Grupo Clarín y del resto de la prensa que no comparte su mirada del mundo.


¿Qué le está pasando al gran estratega que adelantó las elecciones y apuró todos los proyectos de ley que necesitaba para gobernar con comodidad y obtener más recursos de la Anses, el Banco Nación y las reservas del Banco Central? ¿Por qué detrás de cada declaración pública de "buena onda, amor y paz" aparece el ataque personal, la bronca, la prepotencia y los calificativos a "los enemigos" a través de Twitter? Quizá la respuesta sea más sencilla de lo que parece.

La naturaleza de Kirchner es la confrontación y la pelea. Y la mayoría de los argentinos están hartos de su estilo prepotente y utilitario. Ni siquiera el fantasma del caos está resultando efectivo para afectar el deseo de cambio; ni la chequera, ni el relato, ni el magro papel de una oposición sin ideas, ni sueños para el futuro." 

"Kirchner está Perdiendo el Olfato" por Luis Majul para La Nación

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