02 noviembre 2010

SELECCIONES DEL LECTOR INdigesto #5

Se­ñor Di­rec­tor:

"El sindicalismo argentino es hijo dilecto del golpe de 1943. Dicho golpe, realizado por oficiales que, para ocultar sus intenciones se organizaron de manera secreta a través del GOU, encauzó en provecho propio la energía de los trabajadores. Como toda organización secreta (v.gr. la mafia), se generaron turbios negocios para sus adherentes y, al igual que en los reinos de opereta, generaron nuevos ricos que usaron sus riquezas para enriquecer a los suyos y acumular poder. Un país, dentro del país.

"Alfonsín y De la Rúa no supieron desactivar esta perversión. Ningún gobierno peronista, sea kirchnerista o peronista federal, lo hará, ya que le deberá -en mayor o menor medida- su entronización en el gobierno a esos sindicalistas surgidos de aquel golpe. Aparentemente, para la historia oficial, el «único golpe democrático» de la historia."

Luis Mattarollo
omarlmattarollo@ciudad.com.ar


Se­ñor Di­rec­tor:

"Dos ministros aparecieron fotografiados con conocidos patoteros, ahora sospechados de un asesinato. Los funcionarios callan. En otras épocas, por dignidad, por decoro, los ministros hubiesen renunciado. ¿A esto le llaman calidad institucional?"

Claudio I. Ribero
cribero@gmail.com

Se­ñor Di­rec­tor:

"Cómo se le explica a una niña de 8 años que fue convocada para participar en las funciones de ballet de «El Corsario» en el Teatro Colón compartiendo escena con Paloma Herrera, luego de ser seleccionada en un casting y que realizó ensayos en el emblemático teatro, que la función queda suspendida entre otros motivos por el inapelable estado de los pisos de las salas de ensayo y el escenario, cuando tan sólo cinco meses atrás los políticos de turno se peleaban para ver quién reinauguraba la gran obra del Bicentenario?"

Adrián Carluccio
DNI 18.406.138


Se­ñor Di­rec­tor:

"El 21 de octubre se realizó el Congreso Internacional de Cirugía Plástica de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires. Al principal invitado extranjero, el doctor Javier de Benito, de España, le robaron su netbook y todos los archivos de sus conferencias y sus copias de seguridad que llevaba en el portafolio. Claro, cómo se iba a imaginar que en el salón de conferencias iba a ser víctima de un robo, y menos aún que el ladrón sea probablemente un cirujano plástico asistente al evento.

"Vergüenza ajena sentí con el hecho y al ver que el conferencista español volvía a su país con la frente marchita y el recuerdo amargo de habernos visitado, imposibilitado de dar sus conferencias. Alguien me podría decir que fue un hecho aislado o que es una exagerada sensación de inseguridad si no fuera porque al término de la jornada, al retirarse del Palacio San Miguel donde se realizaba el congreso, fue víctima violentamente de un robo una de las autoridades de la Sociedad de Cirugía Plástica a quien luego de sufrir heridas en la cara le sustrajeron su moderno celular con todos sus archivos incorporados.

"Ambos ladrones, seguramente de distintos círculos sociales, desconocen el valor real de ambos objetos sustraídos que superan por mucho el mero valor económico de los mismos, y el daño que ocasionaron. Además, confirman que la inseguridad está instalada de lleno en nuestra sociedad y que la práctica de quedarse con lo ajeno está generalizada y sus responsables provienen de distintos orígenes socioculturales. Después nos preguntamos por qué en España nos ponen obstáculos a quienes socilitan ingresar en el país con un objetivo dudoso y por qué los argentinos nos hicimos esta fama. Vergüenza ajena, realmente."

Jorge R. Pedro
doctorjorgepedro@gmail.com
DNI 13.915.678


Se­ñor Di­rec­tor:

"Como ocurre desde hace ya unos cuantos años, las disputas gremiales, o políticas o vaya a saberse de qué índole, generan corte de servicios para los pobres usuarios del tren Roca. Pues quién sino un pobre puede viajar en ese tren, que a la hora pico nos lleva apretujados, a la merced de ladronzuelos de toda calaña, viendo cómo se vende alcohol, o cómo niñitos de cortísima edad son explotados en la mendicidad, o cómo se exhiben sin piedad personas con discapacidades varias, desde jorobados, pasando por rengos y ciegos, y los vendedores de música «trucha», que nos atronan durante todo el viaje. Ah, y me olvidaba de los cantores, que desafinados y ayudados por equipos de audio, destilan canciones de moral más que dudosa.

"Todo al módico precio de 0,80 centavos o 1,10 pesos. Quién sino un pobre para que ricos asalariados se diviertan con ellos."

Isabel I. Irigoyen
isabelirigoyen@yahoo.com.ar


Se­ñor Di­rec­tor:

"El pasado domingo, a las 13.30, cruzamos con mi mujer la tranquila esquina de Armenia y Guatemala. Al hacer 20 pasos sobre esta última, escuchamos gritos e insultos. Al girar, vimos un taxi y un auto particular (sin ningún rayón ni choque) discutiendo. De pronto el conductor particular se bajó, empezó a patear el taxi y a pegarle, rompiéndole los vidrios. Cuando corrí para separar, se subió y escapó.

"Quedó allí, sólo el taxista, un señor, imagino, cercano a los 70 años. Tembloroso, llorando y sin entender nada. A lo lejos, sin muchas ganas de participar y con paso cansino, un policía avanzaba no muy seguro sobre qué hacer (de hecho, nada hizo). Lo que me preocupa a partir de todo esto es el grado de violencia que tenemos, la falta de inacción policial, lo acostumbrados que estamos a la irracionalidad.

"¿Cuán grande puede ser la impotencia o las frustraciones de una persona que la llevan a maltratar tanto a un semejante? Citando a Fito Páez: «¿Qué te pasa Buenos Aires?»"

Joaquín Basombrío
DNI 23.470.286


Se­ñor Di­rec­tor:

"Mis bisabuelos vivían en un campo que quedaba a 25 km de San Antonio de Areco. Al no haber automóviles, los domingos comenzaban los preparativos para llegar a misa del mediodía a las 5 de la mañana. Agarraban los caballos, preparaban la volanta, la familia, los niños, comida y agua para el viaje.

"Llueve, truene o sea el más crudo invierno, partían en ayunas, para poder comulgar según la práctica de esa época. Ellos no podían entender cómo había gente en el pueblo que, vivendo tan cerca, no iba a misa. Les resultaba inexplicable, que teniendo un tesoro tan a mano, no lo aprovecharan.

"¡Cómo han cambiado las cosas! Hoy me parece difícil encontrar gente con esas convicciones. Aun algunos descendientes de estos creyentes irlandeses han dejado de ir a misa, pasando a ser parte de los que no se sirven de un preciado tesoro."

Damiáan Donnelly
ddonnelly1961@gmail.com

Cartas de Lectores de La Nación del 2/11


LOS ANGELES.- La "temporada idiota" ( The Silly Season ) es una expresión que la política norteamericana aplica a la época electoral intermedia entre dos sufragios presidenciales. Pocas temporadas la han merecido más que la carrera hacia las urnas que concluye con las elecciones legislativas de hoy, en las que la administración demócrata de Barack Obama enfrenta una prueba difícil.

La siempre admirable Sarah Palin, que renunció a la gobernación de Alaska para hacer publicidad política acumulando hasta el día de hoy doce millones de dólares, inicia mi recuento de tonterías. La señora Palin se refiere sin cesar a los founding fathers , es decir, los padres fundadores de la nación en 1776. Un entrevistador le pidió que nombrara a los "fundadores". La señora Palin guardó silencio. Por más que use la expresión "padres fundadores", no sabe el nombre de uno solo.

Después de un largo silencio, logró murmurar: "Washington". Es decir, desconoce a Jefferson, Franklin, Madison, Hamilton, pese a que estos héroes tienen estatuas, avenidas, escuelas y hasta autobuses que los recuerdan. Recordemos, por nuestra parte, que ésta es la misma Sarah Palin que acusa a Barack Obama y a los demócratas de ignorar la historia de los Estados Unidos.

La ignorancia de la derecha llega hasta el extremo de afirmar que Obama no es norteamericano, que es un islamista secreto y, más aún, que es socialista o, acaso, comunista. Bueno, en los Estados Unidos hay un público que siempre ha necesitado un "villano", un malo de la película. El cine documenta esta verdad. En la era silente, los alemanes del Kaiser y los mexicanos de Pancho Villa cumplieron esta función maniquea (los alemanes eran "Bosh"; los mexicanos, "greaser"). Les sucedieron los nazis, los comunistas, los coreanos, los chinos, los vietnamitas y, ahora, los musulmanes.

Todo musulmán es un terrorista, afirmó el terrible Bill O´Reilly en el programa de televisión de Barbara Walters, provocando la inmediata retirada de dos mujeres panelistas. Juan Williams, comentarista de la cadena NPR, comentó que cuando una persona con vestimenta árabe se sube a un avión Williams se siente nervioso. Cabe preguntarse si un terrorista musulmán viaja vestido de musulmán. Más bien, ¿no busca el terrorista ser como todo el mundo, a fin de no ser identificado? ¿Por qué, volviendo a Williams, habría de identificarse como tal un terrorista? Paranoia. Maniqueísmo. Enfermedad.

La satanización de islam es hoy el cable eléctrico de la derecha extrema en los Estados Unidos. Un pastor de Florida quema en público el Corán. El centro islámico cercano al World Trade Center de Manhattan hubo de desplazarse. Las comunidades islámicas en los Estados Unidos se sienten amenazadas. Incluso hay comunidades sin musulmanes que la fobia identifica como islámicas.

Pero los ataques religiosos y racistas no son nada comparados con los ataques políticos personalistas, aunque Rand Paul, candidato republicano al Senado por Kentucky, fue señalado por su oponente demócrata como un "budista" que obliga a las mujeres a hincarse, atadas, ante un ídolo. Claro que esto sucedió hace tiempo, cuando Rand era un estudiante "que quería divertirse". Hoy, todo eso es artillería de campaña contra el buen Rand Paul, que es sólo un buen protestante y padre de familia.

Sobresale en esta "temporada idiota" la campaña por el gobierno del estado de Nueva York. El contrincante republicano, Carl Palladino, vocifera contra "el gobierno" en general y los "gays" en particular. Al rato, el señor Paladino se excusa del debate alegando que debe orinar. En su lugar quedan un pantera negra disfrazado de Nehru y un afroamericano cuyos bigotes se trenzan con sus barbas, y éstas con su cabellera y cejas, disfrazándolo. Se llama Jimmy MacMillan y encabeza el "partido de la renta demasiado alta". Hasta que una reportera de The New York Times descubre que MacMillan vive en un departamento donde no paga renta.

Añádase a este cóctel neoyorquino a Kristin Davis, dueña de casas de prostitución, que se defiende de ser llamada "puta" y pide que se le diga " madame ". Con razón el candidato demócrata y seguro vencedor, Andrew Cuomo, sonríe y no dice nada.

Las cosas se complican en Colorado, donde el republicano Cory Gardner se opone a dos candidatos de apellido Markey. Betsy Markey se opone a Obama. Ed Markey es pro Obama. No basta esta distinción. Betsy debe aclarar que ella usa aretes, pero no usa corbata. Ni aretes ni corbata le interesan a Tom Tancredo, feroz candidato a gobernador de ese estado, cuya agenda incluye bombardear la ciudad sagrada del islam, La Meca, y deportar a doce millones de trabajadores migrantes.

En Alaska, entretanto, el candidato del Tea Party, Joe Millar, se niega a contestar preguntas, se opone a las compensaciones contra el desempleo pero oculta que su esposa las recibe. Manda atar de manos a un reportero demasiado preguntón y olvida que Alaska depende en un 40% de la ayuda del gobierno y que sus yacimientos petroleros son estatales.

Más cómica es otra candidata del Tea Party, Christine O´Donnell, por Delaware, que en su spot publicitario desmiente que haya sido una "bruja". En un debate televisivo pidió que no se separasen la Iglesia y el Estado, "como quieren los socialistas". Cuando se le indicó que la Constitución de los Estados Unidos separa a la Iglesia del Estado, O´Donnell persistió, incrédula, en el error antes de hundirse en la confusión.

El Tea Party reúne a los más vociferantes -e ignorantes- opositores a Obama. Se sabe que se oponen a todo, pero no qué cosas favorecen. Contra todo, pro nada. Salvo en política exterior, donde el Tea Party se divide en aislacionistas e intervencionistas. Todos se oponen a las Naciones Unidas y a la Organización Mundial del Comercio. Y desde el Congreso, sus miembros electos votarán en asuntos como Irak, Afganistán, Rusia, China y Medio Oriente. A tomar té.

Obama debe congratularse. Las victorias del Tea Party dividirán al Partido Republicano y apartarán de éste al voto independiente, que es el que decide las elecciones. En la oposición pura, el Partido Republicano se ha opuesto a todas las iniciativas del presidente, con ánimo rencoroso. Ahora, el Partido Republicano, al menos en la Cámara de Representantes, tendrá poder, pero también división. Ahora Obama podrá negociar con los republicanos moderados.

Cuando Thomas Jefferson le explicó a George Washington que colaba el té para quitarle amargura, el primer presidente de los Estados Unidos dijo que para eso existía el Congreso: para quitarles amargura a las iniciativas del Ejecutivo. Sin duda, Obama ha aprendido esta lección.

Galería de Candidatos Excéntricos © LA NACION

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