30 marzo 2010

Como Funciona un Servo Hitec HS-422

PRIMER DÍA DE CLASES lleno de teorías

Una de mis primeras observaciones fue: ¿En esta aula entran 300 pibes? ¡Es tanto más chica de lo que me había imaginado! Después de una velocidad sin precedentes en el uso de la matemática avanzada, conté 180 bancos -incómodos por cierto- (3 bancos por 6 columnas por 10 filas). 6:43: fui el primer hombre en entrar al aula. Ya había como 12 mujeres sentadas. (Esto disparó una teoría acerca de como la puntualidad discrimina sexos). Los infantes siguieron llegando. Me pregunté si me había confundido de aula y había entrado accidentalmente en la guardería. Esta teoría se esfumó al ver llegar a una señora de la edad de mis viejos. En toda rigurosidad, lo que atentó en contra de la teoría no fue la edad de la pobre señora, si no que no tenía cara de maestra jardinera. A las 7:09 las cotorras que tenía sentadas atrás empezaron a amargarse con la fantasía de que el profesor no iba a venir. FLASHBACK VIOLENTO: Afiches en el estacionamiento: Paro Nacional de Docentes 30 y 31 de Marzo. "Fuck!" 7:18 entró una señora, que si bien era más jóven que la antes descripta, sospeché que era la profesora. En parte porque apoyó sus cosas en el banco que da la espalda al pizarrón y en parte porque cerró las puertas del aula, pero principalmente lo sospeché porque ella dijo: Hola, soy la profesora. Nos habló con mucha paciencia, como si hablara con tontitos, pero para mi sorpresa, a la mitad del aula le costaba trabajo seguirle el ritmo. Un flaco que llegó tarde (con la cabeza rapada y rastas en la nuca) rompió el silencio de los que enfrentamos el pizarrón pidiendo una hoja prestada para tomar notas. El siguiente comentario refleja una de dos cosas: O mi vejez o la sabiduría que me ha sabido dar la vida: "Escuchame, papafrita, ¡¡¿¿como puede ser que vengas a la facultad el primer día sin una hoja??!! ¿Pensabas que venías a precalentar?" Después de explicarnos en detalle como funciona el complejísimo sistema de calificaciones y promociones, nos obligaron a comprar un libro (ver NdelE) escrito por el titular de la cátedra y nos mandaron a casa a leer el primer capítulo para la semana que viene. Mi reloj reflejaba las 8:09. Última teoría del día: en el ambiente académico, el tiempo viaja al doble de velocidad: la clase se suponía que debía durar hasta las 9. ¿Alguién sabe dónde puedo desayunar? NdelE: Idea para un negocio redondo: escribir un libro y hacerlo bibliografía obligada de mi cátedra. Esta epifanía me sorprendió haciendo la cola con 140 imberbes, esperando para pagar $30 por el mismo libro. 140 x $30 x comisión x cuatrimestre x 21 años (el libro se usa desde el 89) = casita en la playa en la polinesia al momento de jubilarme. Nada mal.