08 octubre 2005

LUCHA DE CLASES

Cinecolor es un universo en sí mismo. Tiene su división de clases y su propia cadena alimentaria. Un verdadero universo. Ayer pasó algo que hizo que esto se pusiera en evidencia. En la base de la cadena alimentaria están los empleados de limpieza. Mujeres que hacen lo imposible por pasar desapercibidas (a pesar de usar un uniforme bordó) y que de todas maneras son prácticamente ignoradas. En la otra punta del espectro están los empleados fashion (que comen todos juntos en el buffet a las 14:00 en punto y cuyo único tema de conversación es regodearse de estar por encima de nosotros mortales). Nuevamente les recuerdo que esto no es una película; es una realidad, y como toda realidad que se precie, está llena de contradicciones. Esta contradicción -a la que llamaremos MJ- es parte de la elite fashion, pero es divina... Ella es macanuda y yo me estoy yendo por las ramas. Otra de las empleadas fashion -a quién llamaremos N.- quién está permanentemente en contacto con el área en la que yo trabajo, es tan desagradable como es humanamente posible. De hecho su mala educación es directamente proporcional a su lomo. Contradicción 2: Está bárbara, pero es insufrible. Te pasa por al lado y no te saluda. Llama por teléfono y pide por alguien sin ningún preámbulo. Si te puede ignorar lo va a hacer. En síntesis, una bruja. ¡Y lo peor es que no aprende! Ayer cumplió años una de las empleadas de limpieza, a quién llamaremos E. En la tradición de los gerentes de la empresa, E. trajo una bolsa de caramelos para convidar a los más de 100 empleados del lab. Nadie hace eso salvo los peces gordos de la empresa. Pero ella lo hizo. Destinó una parte de su sueldo (que debe ser una miseria) para comprar caramelos y compartir su cumpleaños con todos. Eso te hace pensar, ¿no?

1 comentario:

Alejandro Gonzalez Alzaga Fotografia dijo...

En estas elecciones VOte a Zamora y a Briano!!!!
TEJB/M
Y vos te quejabas de "Cortito"!!!